Editorial
Revista N° 154
Diciembre 2018-Enero 2019
La macroeconomía, los mercados energéticos y la cohesión social
El presidente al recorrer las instalaciones de una planta industrial donde se ensamblan góndolas de generadores eólicos de origen danés, reafirmó su vocación por el desarrollo sostenido de las energías renovables .
El secretario de energía en misión por EEUU, promovió las inversiones en Vaca muerta ; a la vez que se anunció la convocatoria del llamado a exploración costa afuera en el mar argentino.
Estos y otros hechos que registramos en esta Edición , van dirigidos a estimular la inversión extranjera en el área energética , siendo considerada por el gobierno uno de los vectores esenciales para la integración de Argentina al mundo .
Estas inversiones financiadas en dólares , que requieren repago en igual moneda, sumado al hecho de haber dolarizado la remuneración de los concesionarios de hidrocarburos, y generadores eléctricos, va favoreciendo la bimonetización de nuestra economía en detrimento del papel de la moneda nacional.
Obliga así a los usuarios de productos energéticos y servición públicos a enfrentar precios y tarifas dolarizados cuando sus ingresos están pesificados.Esto genera una economía de dos velocidades donde unos pocos de capital concentrado disponen de renta y ganancias excepcionales y una mayoría de la población debe ajustarse a pagar a veces precios nunca imaginados .
Los aumentos fueron de de tal magnitud que resultaron inaplicables.Así ocurrió con la tarifa eléctrica en el área del AMBA , que se redujo a la mitad de la correspondiente en la RTI manteniendo la Distribuidora las inversiones previstas .También como aquí se registra el Estado se hará cargo del ajuste pactado entre productores de gas y distribuidoras ya que de hecho sería imposible hacerlo para los usuarios .
Esta decisión va en contra de la política de bajar subsidios y aliviar las cuenta del presupuesto nacional.
En síntesis, la dolarización creciente de la economía profundiza y ensancha la brecha económica y social de argentina, cuestión central que esta administración se propuso resolver.
La adopción de políticas de mercado, son posibles cuando se cuenta con un marco macro estable que le da sustento, como ocurrió en la década del 90 mientras se sostuvo la convertibilidad.
En escenarios volátiles como el actual, parece delicado introducir mayores incertidumbres de mercado en precios y tarifas que son esenciales para la vida de la comunidad.
El desarrollo armónico de Argentina, cualquiera sea el signo político que gobierne, requiere de equilibrios económicos , sociales y territoriales que aseguren la adecuada cohesión del pueblo argentino en torno a la grandeza de la patria y la realización plena de sus habitantes.-
Carlos M. Espasande